Este lunes Universidad Católica anunció la firma de contrato de Ousman Touray, el espigado delantero que llegó a través de una app de scouting.
Llamativa es la historia del delantero Ousman Touray, delantero estadounidense que llegó en febrero a Chile para probarse en Universidad Católica, esto luego de ser captado por una app de scouting. Tras estar a prueba dos semanas, el delantero debutó en abril por el equipo de proyección y ya firmó su contrato profesional.
En menos de tres meses siendo parte del primer equipo, el espigado delantero de casi dos metros ya firmó su primer contrato profesional con Universidad Católica, y ahora no solo se ilusiona con seguir peleando un puesto en el equipo de proyección dirigido por Hernán Madrid, sino que también ve de reojo el primer equipo.
En conversación con el sitio web de Cruzados, el espigado delantero dio sus primeras sensaciones respecto al importante paso que está dando en el fútbol, repasando las razones que lo trajeron a Chile y el doble trabajo que realiza para ser una opción para Ariel Holan.
“Me siento bien. Siento que el equipo puso mucha confianza en mí al permitirme firmar este contrato. Con un poco de suerte, espero que sea un punto de partida e ir paso a paso”, comentó el ariete, que ya suma cuatro goles en el equipo de proyección de Universidad Católica.
Respecto a sus primeros meses en Chile, Ousman no solo destacó el trabajo que realiza el cuerpo técnico en las inferiores de Universidad Católica, sino que también señaló que tras los trabajos de entrenamientos, por las tardes realiza trabajo con el preparador físico para seguir poniéndose a punto.
“Me gusta que los técnicos se den el tiempo de decirle a los jugadores en qué tienen que trabajar, puedes compartir con ellos después de los entrenamientos”, destacó. “En mi caso, entreno con el preparador físico después de las prácticas y no tiene problema con eso. Me gusta cómo se preocupan de nosotros y cómo cuidamos nuestro cuerpo adecuadamente”, reveló.
Para cerrar, también tuvo palabras para la barrera que ha sido el idioma, en donde destaca el nivel de inglés que hay entre sus compañeros en Universidad Católica y como se ha transformado en un profesor de Carlos Arancibia, su compañero de pieza.
“No fue fácil al comienzo, sobre todo por la barrera del idioma, pero me estoy acostumbrando. Algunos de los jugadores acá son buenos hablando inglés, eso ayuda mucho. Mi compañero de pieza, Carlos (Arancibia) me enseña algunas palabras en español y yo le enseño inglés también. Su inglés es mucho mejor que antes”, cerró.