Universidad Católica trabaja en la temporada 2023, en donde aún tiene varios puntos pendientes que solucionar.  

Quedan menos de diez días para que arranque la pretemporada 2023 en Universidad Católica, trabajos que iniciarán este 12 de diciembre y tendrán como primeros apretones dos amistosos ante elencos argentinos a jugarse la primera quincena de enero.  

Para esta fecha, en la precordillera ya esperan contar al menos con Alexander Aravena, Eugenio Mena y Byron Nieto, uno que ya fue ratificado y otros dos, que a pesar de tener las conversaciones cerradas, aún falta el anuncio.  

A estos tres jugadores, se les podrían sumar Franco Di Santo y Guillermo Burdisso, delantero y central que vienen conversando con Cruzados y que, en esta oportunidad, ambos podrían llegar como agentes libres a la precordillera.  

En este escenario, Cruzados no quedaría con cupos de extranjeros, al menos que se solucione lo de Matías Dituro, quien debería recibir su carta de nacionalidad a fines de diciembre, pero en el caso de liberar el cupo, la UC irá por un volante extranjero.  

Por lo mismo, uno que simplemente tiene las puertas cerradas es Nehuén Paz, central que tiene contrato con Universidad Católica hasta fines del año 2024, y restándole aún dos temporadas más con la franja en el pecho, debe volver de su préstamo en Estudiantes de La Plata.  

El central con pasado en el Bologna de Italia no logró consolidarse en la UC y menos en Estudiantes de La Plata, por lo cual no hubo chances que el elenco argentino extendiera su préstamo, o bien, llegar a acuerdo con la UC para comprar su carta.  

En la UC, ya le abrieron las puertas al defensor para que busque un nuevo club y sume minutos, pero la postura del central es tajante y no piensa moverse de San Carlos de Apoquindo, ya que le avisó a su entorno que buscará pelear un puesto y espera que respeten sus dos años de contrato aún vigentes.  

Aquí es donde, según informó Radio Cooperativa a mitad de semana, Cruzados hoy estaría buscando una fórmula económica para que Nehuén Paz deje de ser jugador de Universidad Católica, y aunque la prioridad es que parta a préstamo, hoy no se descarta llegar a un acuerdo económico para rescindir contrato.  

El defensor tiene contrato por dos temporadas más y en la UC, esperan al menos poder llegar a acuerdo pagándole uno de los dos años restantes y que el argentino salga del club a buscar minutos como agentes libres, y de paso en la precordillera solucionan un problema no menor que ficharon a principio de temporada.  

Recordemos que, junto a Nehuén Paz, en aquel mercado los otros cupos de extranjeros se utilizaron en Yamil Asad, quien no forma parte del club, y Lucas Melano, quien rescindió a mitad de torneo por sus bajos números.