Cruzados vivió un agitado martes en donde por momentos se puso en duda la realización del partido por Copa Chile.  

Universidad Católica jugará este jueves a puertas cerradas los 85 minutos restantes del choque ante Universidad de Chile por Copa Chile, encuentro que arrancó hace dos semanas y en Valparaíso, sede que finalmente fue cambiada por los cruzados.  

Una vez que el choque se decidiera que arrancaría a puertas cerradas, Universidad Católica hizo todas las gestiones para volver a El Teniente de Rancagua, estadio que los albergará de aquí al cierre del torneo, y tras varias conversaciones, durante la semana pasada recibieron el si.  

Cuando todo ya estaba listo, este fin de semana ocurrió un lamentable episodio en donde a la salida del estadio Santa Laura asesinaron a un hincha de O’Higgins, y por respeto a lo sucedido, este martes la Delegación Presidencial de O’Higgins decidieron no aceptar que se jugará el clásico universitario esta semana.  

Aquí, fue cuando Cruzados inició las gestiones para buscar nuevamente un estadio, aún más porque otra vez Universidad de Chile se alistaba para pedir la clasificación por secretaria, de la misma forma que lo hizo una vez suspendido el encuentro en Valparaíso.  

En este escenario, aparecieron varias opciones, de hecho, antes de confirmar El Teniente de Rancagua, en la UC conversaron la opción de jugar en el Estadio Calvo y Bascuñan de Antofagasta y La Portada de La Serena, eso sí, estas fueron opciones durante la semana pasada y no durante este martes, principalmente por lo que significaba llevar un partido a región a horas de su realización.   

Por eso, con La Serena y Antofagasta descartado por Cruzados y El Teniente momentáneamente descartado, en la UC se abrieron a la opción de volver a Valparaíso o llevar el encuentro a La Florida, la primera opción, no cayó bien en el cuerpo técnico y respecto al Bicentenario de La Florida, finalmente no llegaron a acuerdo.  

Aquí, y como último recurso Cruzados pensó arrendar el Estadio Monumental, aunque finalmente no llegó a ser ni una consulta, ya que las tratativas reactivadas con Rancagua habían llegado a buen puerto y por lo mismo, el encuentro volvía a El Teniente.  

El único estadio del cual se habló, pero en ningun momento fue opción, fue el Santa Laura, cancha de la cual tanto los jugadores y el cuerpo técnico han criticado con dureza su estado, y por lo mismo, se pensó incluso en el sintético de La Florida antes de jugar en Independencia.