La idea de tener un estadio más europeo se ve trabado por las exigencias del plan Estadio Seguro.

Solo restan semanas para que Universidad Católica le diga adiós a San Carlos de Apoquindo para que el estadio cierre por casi un año y medio para iniciar las obras de remodelación, con lo que se espera tener un nuevo complejo a fines del año 2023.

Ante este escenario, durante los últimos dias han salido varias voces a hablar del proyecto, lo que se espera y las modificaciones que han pillado de camino para cumplir con todas las normas que hoy exigen para una construcción como esta.

En este sentido, Samuel Araneda, uno de los arquitectos a cargo del proyecto, comentó lo que esperan de este modelo, y como la idea era buscar un estadio más europeo, pero el plan estadio seguro obliga a tener un complejo más “sudamericano”.

“El tema de la seguridad es complejo dentro del estadio. Tenemos un ideal de cómo nos gustaría que fuera la experiencia dentro del estadio, hay una búsqueda por un estándar internacional, una imagen de un estadio más europeo a la que nos hubiese gustado apuntar«, dijo a Radio ADN.

A lo que se refiere, es que debido a los constantes incidentes de la violencia en los estadios, el estadio Plan Estadio Seguro exige ciertas normativas para la infraestructura del complejo, como algo tan simple como las rejas, algo que no estaba contemplado en el plan original.

«Hay que aterrizar eso y están solventadas las soluciones que implica Estadio Seguro, como las vallas más altas. Hay una deuda como fútbol chileno desde la infraestructura y más atrás, desde quienes toman las decisiones. Cumple con las medidas que se solicitan buscando que esos elementos no interfieran con la comodidad de los espectadores“, complementó.

Cabe señalar que Universidad Católica jugará en San Carlos de Apoquindo hasta fines de mayo, por lo cual para la segunda rueda con una fortaleza cruzada deberán hacer de local en otro estadio y todo apunta que será el estadio Nacional.