Dicho encuentro se reanudará casi dos meses después de su inicio y aún se plantean varias modificaciones.  

El pasado 30 de abril se inició a jugar el clásico universitario en la ciudad de Concepción, y aunque desde la autoridad se dispuso a jugar solo con público de Universidad de Chile por temas de seguridad, lamentablemente solo se terminaron disputando 30 minutos.  

Una vez suspendido el encuentro, la ANFP emitió un comunicado dando a conocer que el encuentro se jugaría a puertas cerradas en los próximos días, algo que hasta el momento no pasa e incluso, hoy la opción que toma fuerzas es que se juegue en un mes más.  

Dicho encuentro, que arrancó un 30 de abril en Concepción, continuaría su desarrollo el próximo 28 de junio, lo más seguro que en el Estadio Santa Laura a puertas cerradas, encuentro que todavía evalúa varias modificaciones.  

Lo principal sería la modificación que se está evaluando respecto a sus tiempos, ya que aún resta jugar 60 minutos y desde Quilín la prioridad es poder jugar estos minutos en dos tiempos de 30 minutos, con su respectivo descanso de 15 minutos.  

Junto a eso, también se ha empezado a analizar la opción de modificación de planilla, en donde hoy la opción que toma ventaja es que, si puedan realizarse modificaciones, ya sean por lesión o decisión técnica, pero esto solo considerando jugadores que hayan sido parte de los registros de cada equipo durante el primer semestre.  

Esto quiere decir, que ambos elencos estarían autorizados a cambiar el equipo titular, e incluso la citación para la hora pendiente de partido, pero ninguno podría utilizar a refuerzos que lleguen en este mercado, incluso, si es que alguno de los dos elencos pierde jugadores por ventas o prestamos en las próximas semanas.  

Una de las razones por las cuales se decidiría hacer modificaciones en la planilla es porque tres o cuatro días a dicha reanudación del clásico universitario, se jugará los cuartos de final de la fase regional de la Copa Chile, encuentro que podría dejar tocado a más de algún jugador.  

Con esto, Universidad Católica podría utilizar a jugadores como Alexander Aravena o Gary Kagelmacher, que no estuvieron en la citación original, pero no podrá sumar a refuerzos que lleguen en este mercado.  

En resumen, la reanudación del clásico universitario se jugaría el 28 de junio a puertas cerradas en el estadio Santa Laura, el encuentro se dividiría en dos tiempos de 30 minutos y se permitirá cambiar la planilla, siempre y cuando los jugadores sumados hayan estado inscritos en los clubes durante la primera rueda.