Tras sumar varias temporadas en el club el jugador terminó por dar un paso al costado, según el mismo confesó jamás fue por falta de cariño hacia el club.
Roberto Gutiérrez, uno de los goleadores del campeonato 2020 ha manifestado en varias oportunidades sus deseos de volver a Universidad Católica, club que el mismo optó por dejar a mediados del año 2017.
El delantero ha vivido cinco ciclos en Universidad Católica entre los años 2004 y 2017, y aunque en la mayor partes la logrado responder, principalmente con goles no siempre ha sido del gusto del técnico que ha tenido en su momento.
De hecho, respecto a su último paso en la UC entre los años 2015 y 2017, recuerda que dejó la precordillera únicamente porque Mario Salas no lo estaba haciendo jugar, y al volver al pasado, no se arrepiente de su decisión.
Al ser consultado sobre si se arrepiente de su salida de la franja, el pájaro responde: “La verdad que no, no me puedo arrepentir de las cosas que hago. Yo salí del club no porque no le tenga cariño, salí del club porque necesitaba jugar y Mario no me estaba haciendo jugar. El continuaba en el club, y se me iba a ser difícil jugar.
“Con el sentimiento y corazón uno a veces tiene que tomar decisiones, y tome la decisión porque necesitaba jugar”, añadió el actual delantero de O’Higgins en un live a través de su cuenta de Instagram.
El último paso que vivió Gutiérrez en la UC inició sumando una gran cantidad de partidos y goles, lo cual terminó bajando drásticamente las últimas temporadas. El oriundo de Curacaví jugó 27 partidos por el torneo nacional el año 2015 anotando en 12 oportunidades. Mientras que el último año solo jugó 7 partidos.
Su suplencia se debía a que Mario Salas optó en 2016 por Nicolas Castillo, y una vez que el Nico se va prefirió darle la oportunidad al Tanque Silva, antes que al pájaro, lo que terminó gatillando la salida del goleador.
Otro tema que comentó el ex delantero de Palestino en su extenso live, fue sobre los técnicos que más lo marcaron en la UC. En este ámbito no lo dudo y respondió «Mis mejores técnicos en Universidad Católica fueron Marco Antonio Figueroa y Chemo del Solar».
