En la precordillera empiezan a bajar nombres que han sonado durante los últimos días como posible refuerzo.
Este martes Universidad Católica confirmó a Alexander Aravena como su primer refuerzo para la temporada 2023. El delantero terminó su préstamo en Ñublense, y aunque desde Chillán se quedaron con una parte de su pase, Cruzados utilizó inmediatamente la opción de recompra.
Con esto, el joven goleador y mejor jugador sub-21 del torneo 2022 peleará un puesto en la ofensiva en Universidad Católica, elenco en donde decide retornar tras expresa petición de Ariel Holan, quien desde que volvió a la UC lo quiso tener de vuelta.
Ahora, en la UC esperan seguir confirmando los próximos nombres de aquí al 12 de diciembre, cuando arranca la pretemporada 2023, eso sí, ya hay nombres que sonaron y rápidamente los empezaron a bajar de la lista.
Hace algunos días, Marco Escobar, periodista de DirecTV Sports aseguró que desde el interior de Cruzados le confirmaron que Federico Mateos, jugador de Ñublense, que está negociando con Universidad de Chile jamás fue una opción para la temporada 2023 e incluso, jamás estuvo en carpeta.
Otro nombre que también fue puesto en la órbita de las dos universidades durante los últimos días, pero desde Cruzados no lo tienen en los planes del año 2023, es Pablo Galdames, quien viene de un opaco paso en Europa y un cuestionado paso por la selección chilena.
Durante los últimos días, el nombre Pablo Galdames sonó como una opción para Universidad Católica y Universidad de Chile, lo cual a primera instancia pareció más una movida de su representante, ya que, desde el interior de Cruzados, nos confirman que no es una opción para Ariel Holan ni la directiva.
En Cruzados, reconocen que efectivamente preguntaron por él para la segunda rueda del año 2020, cuando el volante jugaba en Vélez Sarsfield sin mucha continuidad y efectivamente fue una carta chilena que, por las limitaciones al momento de fichar para las segundas ruedas, fue una opción la UC y Holan.
Eso sí, el plano deportivo era muy diferente, ya que durante la temporada 2020 Universidad Católica llegaba en un buen momento futbolístico y por lo mismo, la opción de un jugador con pocos minutos como Pablo Galdames era real, porque había el tiempo necesario para recuperarlo y que volviera a mostrar condiciones que en algún momento mostró en Unión Española.
Hoy, en la precordillera buscan jugadores con grandes condiciones o bien, jugadores experimentados, en donde Galdames no asoma como uno ni lo otro debido a su mal presente en Italia e incluso en su escasa participación en La Roja
Durante el último semestre Galdames solo ha jugado dos partidos en un total de 14 posibles en la Serie B de Italia con el Genoa, en donde no alcanza ni a sumar 45 minutos en cancha. Su pase está tasado en 3 millones de euros y con un contrato vigente hasta fines de junio del año 2024, en la UC no se han dado el tiempo ni de consultar por su carta.
En aquella zona, Cruzados tiene otras prioridades, de hecho, según informó Marco Escobar durante los últimos días, en la UC ya negocian con el joven César Pérez, quien jugó en Unión la Calera y llegaría a cumplir los minutos sub-21 y se espera traer a un jugador extranjero con un importante pergamino, que sustituya el vacío que dejó Luciano Aued.
