“Cuando llegue a Católica me pifiaba todo el estadio, yo no quería ni tocar la pelota”

El ex jugador recuerda con satisfacción su paso por Universidad Católica, ya que tras una bullada llegada logró ganarse el cariño y el respeto de gran parte de la hinchada, que a un principio pedía su salida.

Llegó por un año y terminó quedándose tres e incluso terminó su carrera profesional en San Carlos de Apoquindo, David Henríquez, ex defensor de Universidad Católica tras una extensa carrera en Colo Colo recuerda con satisfacción su paso por la franja en donde logró levantar dos títulos.

El año 2009 tras un breve paso por México, David Henríquez, quien había jugado casi toda su vida en Colo Colo, donde incluso fue capitán y referente en aquel entonces volvió a Chile para defender los colores de Universidad Católica al término de su carrera.

Su llegada no estuvo ajena de críticas, ya que tanto hincha, jugadores y algunos dirigentes no les cayó nada bien que un jugador tan representado con Colo Colo llegada a jugar por el elenco precordillerano.

Hoy, luego de ocho años desde su retiro, David recuerda con mucho cariño su paso por Universidad Católica, a pesar de que no partió de la mejor manera. El ex defensor conversó con el programa “De futbol se habla así” en donde habló de su paso y recuerdos en la precordillera.

“Yo de Católica tengo dos recuerdos muy importantes que me marcaron después de jugar futbol. Cuando ingrese en el primer partido entre cinco minutos, y ese día me pifio todo el estadio, desde que yo entre pifió todo el estadio y no se callaron”, recordó Davicho.

“Entendía al hincha de Católica porque yo me había mandado unas declaraciones y el periodismo puso todas mis declaraciones que dije en Colo Colo contra Católica cuando llegó a Católica, me liquidaron. No es culpa del periodismo, fue culpa mía”, reconoce el jugador que más tarde levantará dos títulos con la UC.

Su llegada no fue nada fácil, de hecho, reconoce que esta se concretó y pudo dar solo gracias a Marco Antonio Figueroa, que en su momento era el único que no lo quería echar del club. De todas maneras, recuerda con cariño su paso por la franja, ya que logró ganarse el cariño de la hinchada y revertir los negativos sucesos de su llegada.

“Gracias al fantasma logre conocer una institución en donde no me quería nadie, ni los jugadores, ni los hinchas ni los dirigentes. Pero el ultimo partido que jugué, cuando salí lesionado me aplaudió todo el estadio y yo me voy con esa satisfacción”, recuerda con satisfacción el ex defensor.

“Yo entregue todo por Católica y la gente lo entendió, fuimos campeones y perdimos tres finales. Tuve la suerte de llegar a una Católica con muy buenos jugadores, yo me considero una persona con suerte”, añadió.

Para finalizar, de todas maneras, dejó claro que las pifias que recibió a un principio por su propio equipo le afectaron más de lo que pensaba. “A mí me costaron seis meses, hubo quince fechas en donde la gente me pifiaba. Uno cree que uno porque es grande no le van a afectar la pifias, pero psicológicamente te mata cuando tu propio equipo te pifia”, redundó.

“Cuando te pifia el otro equipo, yo soy feliz porque le demuestro cosas, pero cuando te pifea tu equipo es una sensación tan amarga que yo no quería ni tocar la pelota, era un retroceso para el equipo”, cerró.

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Por Bahamard

Fundador de Punto Cruzado.