Tragamonedas, tragaperras o slots así se llama ese pasatiempo que muchos disfrutan en diferentes casinos del mundo. Antes para disfrutar de estas máquinas era necesario ir hasta las salas de juego, pero, en la actualidad, gracias a las casas de apuestas online, los jugadores pueden realizar sus apuestas desde donde se encuentren.
Cada vez que un jugador entra a una sala de juego lo hace con el deseo de ganar un jackpot o bote. Es decir, obtener el premio máximo en este tipo de juegos, pero para lograrlo se deben tener en cuenta lo siguiente:
La máquina tragamonedas además de tener sus propios premios debe tener un bote cuya cantidad sea mayor al premio máximo que suele pagar.
Debes correr con la suerte de que los símbolos que corresponden con el jackpot aparezcan en la línea de pago, así te convertirás en el ganador.
¿Cómo funciona el jackpot?
Cada tragamonedas cuenta con su propio jackpot. El premio mayor crecerá más o menos según el valor que tenga cada giro y el número de usuarios que estén jugando en la tragamonedas.
En el caso de que la tragamonedas te obligue a jugar la apuesta máxima a fin de lograr el jackpot, ten presente que lo que necesitas es la combinación del símbolo de mayor valor en una misma línea de pago.
También es posible conseguir el jackpot mediante un juego de bonificación, pero para ello hay que tener la combinación que activa el juego de bono y dar con la combinación que tiene el bono como premio. Ten en cuenta que los jackpots son impredecibles. No sabes cuándo va a caer y eso mantiene la emoción del juego.
Cuáles son los tipos de jackpots:
Jackpot fijo: En el caso de los jackpot fijo el dinero del premio siempre es el mismo.
Jackpot progresivo: El premio aumenta según la cantidad de jugadas, debido a que parte de la apuesta cada vez que hay un giro sube el bote. Cada vez que se gana un bote progresivo, el contador comienza de cero y cada cliente empieza a jugar a fin de conseguir una nueva suma de dinero, que se acumula hasta llegar a una cantidad más grande.
Claves para jugar a la tragamonedas
Las tragamonedas se basan en complejos sistemas diseñados para ofrecer sus premios en cualquier momento. Esto permite a un jugador tener las mismas posibilidades, que otro que tiene más tiempo jugando, aunque solo haya hecho un giro.
Sin embargo, hay que tener presente que el premio mayor sale cada cierto tiempo, lo que hace difícil ganarlo. La idea es jugar, pero sin obsesionarse con ganar los jackpots. Ahora bien, si la idea de ganarlo es lo que más importa, entonces conviene jugar en las tragamonedas más caras, pues en estas los jackpots aumentan más rápido.
Lo mejor siempre será apostar a la tragamonedas con la que estés más familiarizado y que se ajuste a tus necesidades. Y si quieres aumentar las probabilidades, jugar en la máquina que posea la mayor cantidad de líneas de pago.